Gravura Brasileira

EHRENBERG, NEÓLOGO

Shifra M Goldman (1998)

 
 Si fuera posible o incluso preciso afirmar que en un lugar y en una época un individuo disparó una nueva vanguardia, esa persona en el México de la década de los 70s, sería Felipe Ehrenberg. Claro que no fue él solo sino un espectro de artistas organizados in varios grupos que se llamaron “trabajadores de las cultura” lo que cambió el curso del arte mexicano, antes del multicitado “retorno a la pintura” a mediado de los 80s.
 Sin embargo, Ehrenberg fue como levadura: promotor de nuevas ideas formales y conceptuales, un artista que experimentó con un amplio rango de posibilidades que reemplazaron la abstracción total y la neofiguraciónque ocupó a los 60s; su influencuia se extiende a la segunda y hasta la tercera generación de artistas experimentales.
 Arte conceptual, happenings y performas (o arte no-objetual), arte correo, instalación, libros de artista (o libro objetos, como se les llamó en algunas partes de Latinoamérica), labor editorial alternativa, collage, sellos de goma, heliografías, arte de copiadoras, mimeografía, ensamblages, formas y poesía neo-concreta y visual, neo-Pop, video arte, medios nuevos de toda índole fueron parte de la contribución que hizo Ehrenberg luego de volver a México de Europa, tras un período de autoexilio, consecuencia de las rupturas políticas de 1968-71, lo que también fue causa de rupturas en los lenguajes visuales.
 Si la visita del artista alemán Wolf Vostell a Chile a mediados de los 70s causó que ahí se generaran nuevas ideas en un período de crisis, el regreso de Ehrenberg tuvo efectos muy similares. De particular importancia fue el impacto de formas de arte Fluxus que gracias a estos dos artistas entraron al contexto Latinoamericano para bullir en nuevos ambientes.
 Con justa razón Ehrenberg se llamó neólogo, al trabajar al borde de prácticas aceptadas. El término también define su amorosa relación con las palabras. Se identificó como “hacedor de imágenes” en vez de artista: minando en la televisión (entrevista televisada con el argentino Jorge Luis Borges), tiras cómicas, publicidad, libros y boletines a veces impresos en prensas caseras construidas de madera que utilizaban esténciles en vez de seda, basura y materiales descartados, tipografismo digitalizados y otros materiales y formas no tradicionales. A su alrededor, los artistas con quien trabajó hicieron murales callejeros con plantillas a su vez basadas en fotografíass, pancartas como obras de arte, instalaciones fotográficas de gran formato y mucho más --creado todo con ese filo crítico que distingue el arte contemporáneo de la América Latina.
 La estancia de Ehrenberg de seis años en Inglaterra fue germinal: trabajando con el grupo de vanguardia Taller Polígono (Polygonal Workshop), del que fue fundador, produciendo libros con el mimeógrafo Gestetner, creando la editorial Beau Geste Press (que en español se llamó Libro Acción Libre) y produciendo la revista Schmuck, el hebdomadario de artes no ortodoxas. Alguna vez Ehrenberg sometió un códice (rollo plegado tipo precolombino), un monotipo realizado con aerosoles, a alguna bienal gráfica en la América Latina, y fue rechazado por no ser un estampado “correcto”. En años recientes, Ehrenberg volvió al formato del libro como marco de referencia para sus conjeturas: sus enormes dípticos librescos (183 x 94 x 150 cm) que forman parte de la exhibición “Pretérito Imperfecto”, se abren para mostrarnos la historia de Latinoamérica desde la conquista; funcionan a gran escala como esos libros para niños de los que saltan símbolos e imágenes tridimensionales.

Dr. Shifra M.  Goldman
Depto. de Historia de Arte, y el Latin American Center, UCLA